Recorrido que comienza en la Cueva de Los Letreros, abrigo con pinturas rupestres de la época neolítica, declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ya que se encuentra muy cerca del inicio de la Ribera de los Molinos y del principal manantial de agua de la zona, la Fuente de los Molinos, que nace a unos 50 metros a la derecha del camino.
Distancia: 6 km.
Duración: 1 hora y 20 minutos aproximadamente.
Tipo de ruta: Circular.
Dificultad: Moderada.
A la izquierda se puede contemplar una balsa de regulación que fue mandada construir por el primer marqués de los Vélez don Pedro Fajardo para garantizar un aporte constante para la molienda y para el funcionamiento del batán viejo del marqués.
A la izquierda de dicha balsa se encuentra un orificio en el brazal de donde se desvía el Privilegio del Marqués. Siguiendo el camino principal unos 200 metros, llegamos al conjunto formado por el Molino de la Cabeza (primer tercio del siglo XVI). El Batán Viejo, muy alterado por construcciones modernas, fue más tarde convertido en la Fábrica de Hilados de doña Encarnación Arredondo.
Siguiendo el camino, a pocos metros, encontramos a mano derecha un cementerio de época musulmana perteneciente a una alquería alrededor del Cerro del Judío, así denominado por estar documentado un judío en el apeo de diciembre de 1571.
A mano izquierda se encuentra el Molino de la Reina, transformado a finales del siglo XX en un restaurante, conservándose únicamente los dos cubos y cárcavos.
Al otro lado del camino se aprecian los restos del molino de la Vieja, cuyo arrendamiento financiaban desde 1603 la capellanía del Rosario y donde se instaló a principios del siglo XX la fábrica de luz de Evelio Trigueros&Cía.,conduciendo la fuerza motriz por la todavía visible tubería metálica desde el Molino de la Cabeza. Al lado se encontraba un molino, llamado de la Navarra, accionado por una noria, donde se picaba esparto hasta el primer tercio del siglo XX.
Llegando al cruce del camino, la ruta nos lleva a la derecha viendo casi en el cauce del barranco, el Molino del Fosque. Siguiendo el camino unos 200 metros, se puede ver, a unos cien metros del camino a mano izquierda, el acueducto y el cubo de los dos molinos de la Cuesta. Aquí se encontraba antiguamente el batán nuevo del marqués. Junto a él se encuentra el arca tercera, o «de bronce», con seis aperturas para el «Brazal de los Molinos».
Este batán nuevo, erigido en la segunda mitad siglo XVI, era también propiedad del marqués y se complementó con uno tercero en el siglo XVIII. En el siglo XX se instaló allí la fábrica de la luz «El Chorro» que abastecía a Vélez-Rubio.
Más adelante se llega al Molino de la Buenavista, bajando el camino, a mano izquierda, se descubre la Balsa Carnicera y más adelante encontramos la Fábrica de Harinas de San José. El segundo de los molinos del marqués de los Vélez era el Molino Bermejo, existente ya en el siglo XVI, rentando entre 150 y 170 fanegas anuales, conservando todavía su maquinaria y un acueducto de ladrillo.
Al lado del lado del Molino Bermejo existe un partidor con tres tablachos y desde este Molino seguimos el camino hacia la derecha discurriendo por el propio barranco hasta llegar al Molino tercero, supuestamente antiguo molino marquesal de la oliva.
Frente a este molino se encuentra la Fuente de Mahón. Saliendo a la misma carretera comarcal A-317, a la derecha encontramos el acueducto y la casa totalmente reformada del Molino segundo o de Zacarías.
Al límite con el término municipal de Vélez-Rubio a mano derecha un camino nos lleva hasta el Molino de la Huerta, único que conserva todavía su noria.
En Vélez-Rubio finaliza la ruta visitando la Balsa del Mesón, cuyas aguas se subastan diariamente en el Alporchón de este.