Constituye el núcleo más antiguo de Vélez Blanco, con sus viviendas escalonadas teniendo siempre como eje el Castillo. Fue levantado en el siglo XIII. Las casas se agrupan entre los desniveles buscando los sitios más aptos para asentamiento, teniendo como eje la antigua alcazaba.
Hasta 1570, este barrio estuvo habitado casi exclusivamente por población musulmana o morisca, sufriendo cierto despoblamiento tras su expulsión.
El asentamiento se produjo en torno a algunos edificios ya existentes como la Iglesia de Santiago, construida en el siglo XVI y el Convento de San Luís, del siglo XVII.
En la actualidad, su urbanismo sigue siendo un fiel reflejo de su origen medieval con sus estrechas calles y agrupadas casas con tejados ocres, junto con casas palaciegas creando así un ambiente paisajístico muy homogéneo y bien conservado.
Estas cualidades determinaron su declaración, en el año 2002, como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico.